Naming

No se desea lo que no se conoce, así que el primer paso para comercializar un producto es buscarle un nombre (naming). Buscar un nombre que transmita, que describa la marca, que suene bien o cuente una historia. A la vez tiene que ser registrable como marca, tener disponibles los dominios o sus variantes razonables y ya si tiene libres los nombres en las redes sociales objetivo, pues sería de diez.

Eso es naming.

Para encontrar un buen nombre, se tienen en cuenta multitud de factores: tipo de producto, público objetivo, posicionamiento frente a la competencia, valor diferencial, valores emocionales, trayectoria de marca (de cara a productos de una marca matriz)... etc. Lo cierto es que no hay fórmula mágica y la palabra clave puede salir de donde menos se espera, por eso igual que en el diseño de marca, en el naming es imprescindible conocer el producto o el proyecto que vamos a nombrar al detalle.


Aquí te enseño algunos ejemplos de marcas que se han bautizado en casa: